Por las páginas de «Bocabesada» aparecen un colaborador televisivo, autor de éxito en crisis; mujeres inteligentes presas de sus errores; puro amor en la tercera edad; directivos mediocres; gente que se muere; un ministro
y una puta encantada de serlo.
En un mundo donde cada vez hay más fronteras y más líneas rojas, en «Bocabesada» no existen ni siquiera entre la novela y la vida.
No es realidad, no es ficción, es ambas.