La historia no debería redondearse porque no está hecha de números. Está hecha de personas, de seres humanos que existieron. Y este libro habla de los que han aparecido en las páginas de #ElMur de la Cartelera Turia, una vez al mes, durante cinco años. De personas. Unas, anónimas. Otras desconocidas. Muchas, asesinadas dos veces: la primera por la guerra y la segunda por el olvido. De sus familias, que durante décadas lucharon sin descanso por recuperar sus cuerpos y por reivindicar una dignidad arrebatada pero nunca perdida. Carlos López Olano construye El Mur, pero no con ladrillos sino con palabras. Palabras que, a veces, parecen otras porque cambian las letras pero no el significado. Sus columnas ponen el foco en que pasado y presente, fascismo y democracia, están a menudo separados por una línea tan sutil que apenas se distingue, y hace visible que la historia puede repetirse más veces de las que nos gustaría. Ningún país es una isla en el mar. Las corrientes sociales y políticas transmiten peligrosos virus a los que nos creíamos inmunes: racismo, machismo, transfobia. Odio al que no es como yo, al diferente.
