Cuentacuentos. ¿A quién no se le ha pegado un chicle en el zapato? Eso mismo le pasó al elefante Ginés un día en su paseo matutino. Su amigo el ratón le ayuda a despegarlo, pero, de nuevo, esa cosa acaba en el trasero del chimpancé Rigoberto. Tres pingüinos del norte que pasaban por allí consiguen liberarle pero a continuación, y sin saber muy bien cómo, esa cosa termina esta vez en la lengua del camaleón. Y así, esa cosa pegajosa se acaba pegando en cada habitante de la selva ¿Conseguirán liberarse para siempre del chicle?
