Al nacer, el primero que dijo mi madre fue: ¡Uy, qué boca más grande tiene! Durante la infancia mi padre a menudo me decía: Calla un poco, cotorra! Siempre estaba enganchada a él charlando y charlando. En muchas ocasiones mis amigos me han dicho (y me dicen) que me enrollo como una persiana… Un día pensé: le sacaré partido a todo esto. Y desde el año 1995 que me formé como narradora profesional no he parado de contar historias allá donde me quieren escuchar. Para mí el arte de la narración, además de un oficio, es un placer. Es la más fantástica de las artes mágicas, porque posee la facultad de transportar en otros mundos a quienes escucha.
La 58a Fira del Llibre de València ha recibido una subvención de 10.000 euros de la Diputación de València, destinada a la instalación de las casetas de los expositores.
