«Fruto de un análisis realizado con perspectiva histórica, lo que da gran ventaja porque difumina la propaganda y el marketing», el primer president del Consell Preautonòmic del País Valencià, Josep Lluis Albinyana, realiza en el libro-entrevista Josep LLuis Albinyana, un president sense país (El Petit Editor), escrito por el periodista e historiador Carles Senso y que se presenta esta tarde en la Fira del Llibre, un repaso en profundidad de la Transición, etapa en la que desarrolló su paso por la política institucional.
«La Transición ocultó el cierre de la posibilidad de una revisión constitucional por parte de las generaciones futuras, que como se está viendo ha resultado imposible, y creó un sistema electoral rígido que instauró un bipartidismo como el del siglo XIX; fue la continuación de la España decimonónica», afirma Albinyana con motivo de la presentación del libro. El acto tendrá lugar a las 18h de esta tarde en el patio del Museo de Ciencias Naturales de los Jardines de Viveros. Participarán el propio Albinyana y el autor de la obra, con la presentación del librero y editor Rafa Arnal.
Senso se acercó a la figura del presidente preautonómico a partir de la realización de su tesis doctoral sobre Valencia Semanal. Consideró que, «después de décadas de silencio absoluto, tenía muchas cosas que decir en un contexto en el que, además, se está redefiniendo el discurso sobre la Transición y los años 80; podía ofrecer una visión contrapuesta al relato hegemónico, que nos ha vendido una Transición idílica».
«Se oculta -afirma Albinyana- que la Transición demostró una carencia de liderazgo y gobernabilidad en tanto que la sociedad estuvo indefensa contra crímenes y desmanes que no fueron solo de ETA, sino que también hubo muertos por parte de fuerzas ultras del Estado, por parte de la extrema derecha y por parte de bombas que nadie reconoce».
«A través de un relato microhistórico, Albinyana matiza el discurso oficial: muestra el amateurismo que había en los políticos y la falta de hoja de ruta en su comportamiento. Solo los altos dirigentes, guiados por la socialdemocracia europea, tenían claro donde querían llegar», afirma Senso, quien recuerda que el entrevistado fue «la persona que consiguió que un 90% de los ayuntamientos valencianos se sumara a la reclamación del acceso rápido y pleno a la autonomía a través del artículo 151». Sin embargo, «los políticos que luchaban por la democracia y la autonomía no luchaban contra paquitas rebentaplenaris, luchaban contra el Estado, que procedía del aparato franquista y postfranquista, y que sí tenía una estrategia clara». «El Estado tenía claro las herramientas que tenía que contraponer al movimiento social; no tuvo ninguna duda en promocionar movilizaciones ciudadanas violentas en la Batalla de València, que no dejó de ser un linchamiento contra los demócratas», explica el autor.
«Si Albinyana hubiera ido más lejos, la respuesta habría sido aún más contundente que la Batalla de València», afirma Senso. El presidente preautonómico, que se muestra de acuerdo con la aseveración del autor, considera que el pueblo valenciano «hubiera adquirido una madurez y autoafirmación muy grande» de haber accedido a la autonomía por la vía prevista en el artículo 151 de la Constitución, de haber aprobado su Estatuto de Autonomía en referéndum. Sin embargo, «una autonomía valenciana plena hubiera supuesto un desequilibrio absoluto para la España de la Transición».
Para Senso, «durante tres décadas no se ha producido el reconocimiento público a Albinyana que se debería haber producido». «No ha sido hasta las nuevas movilizaciones y el cambio político cuando se ha reconocido el papel que tuvo Albinyana. En amplios sectores de la sociedad valenciana se ha convertido en un mito, en la figura anhelada de lo que podría haber sido y no fue, pero durante décadas estuvo en el olvido», concluye.