El periodista y escritor Emili Piera (Sueca, 1954) ha presentado esta tarde en la Fira del Llibre su primera novela corta, Quan la Xina vingué a València, “una historia sobre las historias, sobre las falsificaciones que toda historia implica”. Editada por el Petit Editor de Cullera, “en esta novelette un joven periodista conoce por casualidad un par de documentos del siglo XIV que le suministra un historiador de su edad. Y a partir de aquí se desencadena otra historia muy actual de degradación de la profesión periodística, de regreso de pasado que estamos sufriendo ahora y del siempre esquivo amor”, ha explicado el autor.
Emili, al que le caracteriza su buen humor, ha explicado que esta novela corta “parte de una broma que le hicimos a un grupo de estudiantes madrileños a los cuales convencimos que los valencianos descendíamos de los chinos. Y a pesar de que eran universitarios, se lo creyeron porque la acumulación de evidencias era realmente abrumadora: las naranjas de la China, los campos de arroz, la pirotecnia, la afición a las columnas y capiteles barrocos, la pasta o las fallas, puesto que ellos incineran los cadáveres con símbolos relacionados con el difunto”.
A partir de esta anécdota, Piera creó una historia de ficción, pero para la cual “he tenido que documentarme mucho, puesto que el siglo XIV en Eurasia es hiperactivo, y eso que aún no se había descubierto América”. El autor ha bebido de fuentes originales de Marco Polo, Guglielmo de Rübruc y Jordà de Cataluña, entre otras figuras históricas.
“Con todo”, ha subrayado Piera, “lo que más me interesa son los personajes principales: un periodista veterano obligado a trabajar en un medio digital; un periodista digital que no sabe lo que es trabajar en un diario de verdad; un colaborador homosexual que tiene varios motivos para entrar en la historia y una chica arquitecta muy fina”.
El autor, quien ya ha firmado cuatro novelas, cuentos y relatos, se atreve ahora con un género que “es, incluso, más difícil de escribir”. Sus 70 páginas han sido ilustradas por Nadia Grau, quien combina en las imágenes símbolos chinos y valencianos.
Actividades vespertinas
Las actividades infantiles en la biblioteca y la Rueda de cuentos de Carles Cano, Susu Benítez y Vicent Cortés han protagonizado la primera franja de la tarde en la Fira. La presentación de dos certámenes literarios como los Premis Literaris Ciutat de Benicarló y los Premis Octubre han sido dos de los actos destacados. También se han sucedido varias presentaciones y firmas de libros: Des del sud valencià. Escrits de resistència i esperança, de Tudi Torró; Fuster per a ociosos, de Xavier Aliaga; Quan la Xina vingué a València, de Emili Piera; Martingala, de La Subterrànea; y la colección gastronómica de Onada, a partir de la colección La Teca de diferentes autores. El debate se ha generado en las mesas redondas “Escritoras, ¿somos invisibles?” y en la presentación de la colección Che Books. Hoy también ha sido posible asistir a la mesa de autoedición de la Asociación Profesional de Ilustradores de Valencia. Entre los talleres que se han celebrado están «Historias en cadena», a cargo de Paula Nácher, y el taller de rap y actuación, a cargo de Atupa. El recital Gloria Fuertes, antología de poemas y vida ha tenido que repetirse dos veces, dada la afluencia de público.