Care Santos: ‘Media Vida es la transición personal de cinco mujeres marcadas por una educación castradora”

28-04-2017

La escritora Care Santos (Mataró, 1970) presenta esta tarde en la 52 Fira del Llibre la novela Media Vida, ambientada en 1981 y con la que el pasado enero se hizo con el último Premio Nadal. En ella “se retratan dos transiciones. Una es la política y social, de apertura feliz después de muchos años de dictadura y cuando las izquierdas empezaron a hacer cosas nuevas; pero está también la transición personal de las cinco protagonistas, desde una educación franquista, castradora, que las negó como niñas y como mujeres, a una nueva sociedad en la que acaban viviendo”.

Santos explica que a diferencia de sus otras novelas, “que pueden transcurrir a lo largo de 150 años” y están ambientadas generalmente en el siglo XIX, “esta pasa en una noche, la del 29 de julio de 1981, que es el día en que se casó Carlos de Inglaterra y Lady Di y se aprobó la ley de divorcio”. Esta norma “despertó tormentas y reacciones del mundo conservador y no tanto, y la sociedad en general, que era conservadora, empezó a vaticinar desgracias, divorcios en masa… Ahora hace gracia, pero no hace nada, porque denota en qué país estábamos y de qué país veníamos y es terrible que esto pasara en el 81 del siglo XX”, lamenta la autora.

La prolífica autora, que se estrenó con 25 años y ya acumula una decena de novelas, media docena de libros de relatos y dos de poesía, asegura que en sus obras “siempre hay una voz reconocible, que las personas que me han leído sabrán encontrar”. Sin embargo, en esta “doy un giro importante en el estilo y el registro porque no hay tantos saltos en el tiempo; quizás es más compleja en el planteamiento; es más dialogada; y sobre todo la época es mucho más contemporánea y concreta. Hasta ahora no había pasado del siglo XIX y ahora me adentro en unos años que viví, a pesar de que no con la edad de las cinco protagonistas”.

El libro se centra en el encuentro festivo de cinco mujeres, “en la cual se explican muchas cosas no festivas”. A todas las une un pasado común, el que compartieron una noche de verano de 1950 en un internado de monjas y donde un inocente juego de prendas acabó en una tragedia que las unirá para siempre. Ahora se reencuentran en una España que discute el nuevo rol protagonista de la mujer.

Marcada por tres premios

Santos reconoce que en su trayectoria le han marcado tres premios. “El primero que recibí, que me entregaron con 16 años en la escuela y que fue el que me demostró que era capaz de ganar uno. Sin él no hubiera sido capaz de presentarme a ningún otro. También me cambió la vida el Ramon Llull en 2014 [por Desig de Xocolata, en 2014], por la popularidad y categoría que me dio y que hace que mucha gente te conozca. Hay premios que te colocan en el mapa donde no estabas, y este te da visibilidad en el mercado catalán. El tercero ha sido, sin duda, el Nadal. Impone porque todos los que hay en su lista son algunos de mis escritores preferidos, los que más admiro y con los cuales me he hecho lectora. Formar parte de esta lista me da respeto”, revela.

Desde que en 1995 se adentró en la literatura con un volumen de relatos, ha acumulado premios en los géneros de novela (IV Premio Ateneo Joven de Sevilla de Novela, finalista del XI Premio Primavera de Novela), relato (Premio de Narrativa Ciudad de Alcalá, Premio Ana María Matute, II Premio Alfonso de Cossío de Relato Corto), narrativa juvenil (Premio Barco de Vapor, Premio Grande Angular en castellano y en catalán, Premio Edebé de Libro Juvenil, Premio Alandar de Literatura Juvenil, XXI Premio Ramon Muntaner de novela juvenil) y poesía (finalista del Premi Solcs, XXIV Premio Carmen Conde de Poesía de Mujeres).